El 'Irangate' español

  • Al menos una decena de empresas españolas ha exportado ilegalmente material de Defensa y Doble Uso al régimen de los ayatolás

  • Hay dos condenas en firme por contrabando y varios casos abiertos

  • Hay un 'holding' que igual vende alfombras persas que cilindros de gas butano

  • Los iraníes pagan bien. Se ha dado el caso de un pago con coches de lujo

El elegante Abdul Qadir Khan,padre de la bomba atómica paquistaní, siente una fundada fascinación por el País Vasco y durante algún tiempo lo visitó con frecuencia. En especial, tenía debilidad por las acerías vascas.

En 2003, cuando Libia firmó el Tratado de No Proliferación que acabó con el programa nuclear que él había desarrollado, elOrganismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) hizo llegar a los expertos españoles una alarma advirtiendo de la existencia de determinados materiales en poder de Gadafi que solamente habían podido ser fabricados en España. Las investigaciones dieron con una intermediaria, Comercial Nork, y con dos o tres empresas vascas que habían dedicado su capacidad a cubrir las expectativas del doctor Khan, que se hacían extensivas a países como Irán oCorea del Norte.

Aquellas empresas vascas se reconvirtieron. Pero, desde entonces, al menos una decena de compañías españolas ha continuado con la tradición de exportar material susceptible de ser empleado por Irán en su intento, ahora frustrado, de fabricar su propia bomba atómica. En estos momentos hay dos sentencias por contrabando y varias investigaciones abiertas.

Entramos de este modo en el espinoso mundo de la exportación delictiva del llamado material de Defensa y Doble Uso, es decir de la exportación fraudulenta del material militar, pero también de «aquellos productos y tecnologías de habitual utilización civil que puedan ser aplicados a uso militar», bien convencional o bien «relacionado con el funcionamiento, mantenimiento o propagación de armas químicas, biológicas o nucleares», según la legislación europea.

En realidad, el material de Doble Uso puede adoptar las más diversas formas. No es difícil imaginar lo que un régimen represor puede hacer dotando a sus soldados de unas simples botas de agua de puntera dura. El Estado, en coordinación con los organismos internacionales, ha establecido ocho criterios que determinan si un país es peligroso o no. De modo que, por ejemplo, un producto que en Irlanda podría servir para pintar una inocente valla jamás obtendrá, por sus componentes, el permiso de exportación paraChina.

Fuente: http://www.elmundo.es/espana/2015/07/19/55aab08722601de3108b4578.html

fuente_original: 
El Mundo, 19 de julio de 2015.